
31 mayo 2009
Deleite del día

22 mayo 2009
Vientos de mi Norte llegan en el Sur
Que vuelva a tu norte.
¿Por qué me impulsas?
O es que algo me quieres decir.
Yo me mantengo apacible.
Espero tu mensaje.
Me siento en un tronco,
en medio de las tierras de Artemisa,
y veo el follaje,
escucho a las ninfas.
Quietud…
Tu soplo divino me trae sus cuchicheos
de mujeres deseosas de placer y sedientas de jolgorio
¡Ninfas agasájenme!
Tomen mi alma y paseadla por el bosque.
Llego el fin del camino,
y regreso a paso lento bajando por la cuesta.
Boreas, dame tu bendición,
Guiame en la comprensión que me has dado
y no olvides cada día, respirar
sobre mi.
14 mayo 2009
Comprensión de viaje: Humildad y Realidad

13 mayo 2009
Reich y Jung

30 abril 2009
El mes de Quirón

¡Oh gran Maestro!
Cuantos héroes has forjado.
Y así y todo, jamás has aparentado.
Tú único deseo era ayudar
y hacerte inmortal en las hazañas de tus protegidos.
Trabajo oscuro.
Estas oculto detrás de bambalinas,
pero te sientes pagado al ver frutos y cariños.
Vives solitario en tu montaña Pelión.
Ahí viste al pequeño Aquiles,
y le enseñaste eternizarse en la historia.
Jasón te busco
y el vellocino de oro encontró.
Teseo quería respuestas,
Y de Atenas fue el fundador.
Asclepio anhelaba tu medicina
Y de dicha ciencia su Dios se convirtió.
La belleza de la naturaleza y el amor por ella,
a Aristeo conferiste,
y la miel que emana de sus obras
lo hacen divino en el campo.
Acteón fue el más desdichado,
pues su lujuria no pudiste corregir,
y sus propios perros se encargaron de castigarlo.
Y por último, ni toda la fuerza del mundo
te hubiese servido,
sin agregar la sabiduría otorgada,
¡Oh fuerte Heracles, hijo del Olímpico!
Por esto,
diste tu vida hasta el fin de tú inmortalidad.
Y tus estrellas me iluminan.
Te tengo en el corazón,
Centauro Quirón.
28 abril 2009
El sacrificio de Orestes para callar a Freud

¡Cometimos un error!
Esa fue la consigna
y de nada sirvió
ambos hermanos corrieron con miedo
pero solo uno sufría por su pecado.
¡Muerte a la matriz!
Esa fue la consigna
perdió la inocencia
y se ganó la culpa
todo eso vivió, el hijo del padre.
¡Las Erinias no perdonan!
Esa fue la consigna
Excepto si es que tienes la gracia de una diosa
como si la tuviste
pero aun así, era tu madre
y tu mano no dudo.
Cassandra... la madre de lo místico

tú desgracia fue el haber nacido
y haber sido amada por alguien de tanto poder
Tú no supiste lo que era la fidelidad
y él te condenó de por vida.
Nada supiste hacer bien,
pues nadie te creyó...
más tú sabias todo cuanto ocurriría...
¡Terrible predicamento!
para quien muere,
a sabiendas de cómo, cuándo y dónde ocurrirá...